El peso mexicano experimentó una apreciación significativa frente al dólar estadounidense, cotizando alrededor de 19.50 pesos por dólar, impulsado por dos factores principales: la decisión de la Reserva Federal de mantener sin cambios su tasa de interés y los avances en las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China.
Decisión de la Reserva Federal
La Reserva Federal de EE. UU. decidió mantener su tasa de interés entre 4.25% y 4.5%, una acción que los mercados visualizaron de forma positiva. Esta elección refleja un enfoque prudente frente a los posibles riesgos de inflación y desempleo, lo que generó esperanzas de estabilidad económica y favoreció la apreciación del peso mexicano.
Progresos en diálogos de comercio
Al mismo tiempo, los informes sobre progresos en las conversaciones comerciales entre Estados Unidos y China también impulsaron al peso mexicano. La probabilidad de resolver los conflictos arancelarios creó un entorno de mayor confianza en los mercados emergentes, favoreciendo a divisas como el peso mexicano.
Mirada hacia el futuro
A pesar de la reciente apreciación, analistas advierten que el peso mexicano podría enfrentar volatilidad debido a factores externos, como políticas comerciales impredecibles y cambios en las políticas monetarias de la Reserva Federal. Por lo tanto, se recomienda cautela y monitoreo continuo de los desarrollos económicos y políticos que puedan influir en la estabilidad de la moneda mexicana.